Frigorífico María del Carmen celebra sus 50 años en Mendoza y se prepara para exportar

Frigorífico María del Carmen es una empresa fundada hace 50 años por los hermanos Luis y Mario Glielmi. Hoy está a cargo de la segunda generación de la familia, liderada por Lilia, Victorio, Fernando y Carina Glielmi.

La compañía está especializada en la producción y comercialización de carne vacuna y productos bovinos como grasa industrial y comestible, harina de carne y cuero, entre otros.

Su planta industrial se ubica en Corralitos, Guaymallén, Mendoza. Tiene capacidad para faenar 11.000 cabezas mensuales y allí trabajan alrededor de 120 personas. Además, cuenta con 6 camiones térmicos refrigerados para carne, 1 camión jaula doble para hacienda, 1 camión cisterna térmico para grasa y 1 camión batea para cuero y harina.

La hacienda del abasto propio se compra en los principales campos y feedlots de Córdoba, San Luis, La Pampa y Buenos Aires.

En diálogo con Ecocuyo, Victorio y Fernando Glielmi comentan: “Hace aproximadamente 20 años estamos en el negocio. Continuando el legado de nuestros padres, como segunda generación, los 4 primos nos hicimos cargo de la administración y producción de la empresa. Siempre buscamos innovar, modernizar la planta y abrir nuevos mercados para mantener nuestro liderazgo en la región”.

Actualidad y nuevos proyectos

Actualmente, la empresa faena entre 6.000 y 7.000 cabezas mensuales, lo que se traduce en alrededor de 2 millones 700.000 de kilos de carne (la temporada alta es entre octubre y abril, que son los meses más fuertes).

“Tercerizamos gran parte de nuestra producción a clientes externos regionales, la mayoría del Gran Mendoza, Valle de Uco, Zona Este y San Juan. Entre ellos, Carnes Pontel, La Rural, La Mercedes, Las Praderas Carnes, Los Médanos, Los Camilos, Ganadera Roberto Graziotin, Viomar, Alcomar y Cerro Azul. También contamos con 12 locales propios en diferentes puntos de la provincia (Guaymallén, Maipú y Zona Este) desde donde comercializamos nuestros productos”, señalan Victorio y Fernando Glielmi.

En cuanto a cómo repercute la situación del país y los cambios en el consumo en el negocio, destacan: “Estamos en un momento de crisis y la situación se refleja en los niveles de ventas. Por ejemplo, durante la pandemia trabajamos un 40 o 50 % más que ahora. Durante ese período, el frigorífico estuvo al límite de su capacidad.

Si bien la percepción de la gente es que la carne está cara, debido a los altos índices inflacionarios, la realidad es que ha quedado a un precio bajo. También ocurre que muchos consumidores se inclinan por el pollo o el cerdo, pero, la carne vacuna siempre rinde mucho más.

Nuestros clientes valoran la trayectoria de nuestro frigorífico, la responsabilidad y, sobre todo, la calidad que brindamos, tanto en el servicio de faena como en la venta de carne”.

Sobre los nuevos desafíos que enfrentan, comparten: “Nuestra idea es seguir creciendo e innovando como lo venimos haciendo y también, expandirnos a nuevos mercados.

Estamos trabajando fuertemente junto a SENASA en el proceso de modernización de nuestra planta, para que se adapte a los requerimientos que se piden en el mercado internacional, específicamente en Asia y Sudamérica. Es el primer paso que nos permitirá concretar este gran proyecto en el mediano plazo”.