Los nuevos coleccionistas: invertir en fracciones de vinos, arte y autos clásicos ¿qué activos ya se están tokenizando?

La tecnología blockchain y la tokenización están transformando el mundo de las inversiones, permitiendo que cada vez más personas accedan a activos antes reservados para unos pocos. Desde obras de arte y vinos premium hasta autos clásicos y regalías musicales, los nuevos coleccionistas invierten en fracciones digitales de objetos valiosos.

La tecnología está revolucionando el universo de las inversiones, transformando la manera en la que las personas acceden a activos que antes eran de difícil alcance. Frente a los métodos tradicionales, en los que era necesario contar con grandes sumas de dinero y lidiar con intermediarios, hoy la tokenización irrumpe como una alternativa democratizadora.

Esta práctica consiste en convertir activos físicos o intangibles en unidades digitales llamadas “tokens”, que pueden comprarse, venderse o intercambiarse a través de la tecnología blockchain. Así, activos antes exclusivos, como una obra de arte o una botella de vino de colección, se dividen en fracciones accesibles para un público más amplio. En este nuevo paradigma, invertir ya no es solo una cuestión de capital, sino también de oportunidad y acceso.

Pero la tokenización no se limita únicamente a inversiones tradicionales como acciones, bonos o propiedades. Su alcance se ha expandido con fuerza hacia sectores donde antes parecía impensado participar, como el mundo del coleccionismo.

Los nuevos coleccionistas están apostando por fracciones de botellas de vino premium, obras de arte de renombre y autos clásicos de lujo. Gracias a esta innovación, el perfil del inversor coleccionista se ha diversificado, incluyendo a jóvenes interesados en activos alternativos, personas con conocimientos digitales y quienes buscan diversificar su portafolio sin necesidad de poseer el objeto en su totalidad. La tokenización ha convertido el coleccionismo en un fenómeno más.

“Incluso los activos que antes se consideraban difíciles de fraccionar están entrando en el radar de la tokenización. Los inversores pueden ahora comprar tokens que representan una parte de una acción de un activo inmobiliario en EE.UU., un producto financiero antes inaccesible para las masas, como el factoring o los derechos de autor musicales, por ejemplo. Este modelo ha abierto las puertas para que muchas personas participen en activos antes reservados únicamente a grandes inversores o instituciones. Imagínese poseer un token que da dividendos semanales generados a partir de los Activos del Mundo Real (RWA) subyacentes, es lo que la tokenización pone sobre la mesa de esta nueva clase de inversión", explicó Yohann Libot de RealT.

El crecimiento de esta tendencia responde a múltiples factores. Por un lado, el avance de la tecnología blockchain brinda la infraestructura necesaria para que estas transacciones sean seguras, transparentes y trazables. Mientras que, por otro lado, existe un creciente interés por acceder a inversiones menos tradicionales y con potencial de apreciación cultural y económica. Además, la posibilidad de diversificar con activos como arte o vino brinda una sensación de pertenencia a universos exclusivos, sin la necesidad de grandes inversiones.

“Actualmente, la tokenización permite a los inversores participar con montos accesibles, sin los costos logísticos y de mantenimiento de tener el activo físico. A su vez, mejora la liquidez del mercado, ya que estos tokens pueden comercializarse en plataformas especializadas de forma ágil y sencilla. También brinda transparencia, gracias al respaldo de la blockchain, que permite rastrear cada operación. Además, esta tecnología reduce la necesidad de intermediarios. Para los emisores de estos tokens, representa una manera innovadora de financiar proyectos, compartir valor y atraer a comunidades globales interesadas en distintos tipos de activos.” agregaron desde RealT.

De cara al futuro, la inversión en tokens promete expandirse hacia nuevos horizontes y activos cada vez más variados. Se espera que la tokenización se aplique a bienes culturales, propiedad intelectual, obras arquitectónicas y más. El avance de las finanzas descentralizadas y la creciente aceptación social y legal de la tecnología blockchain auguran un panorama dinámico, con más participantes y plataformas especializadas. A medida que la regulación se adapte y maduren los marcos legales, la confianza de los inversores crecerá, consolidando esta forma de inversión como una de las principales del siglo XXI.