

Vivero Mercier Argentina recertificó nuevamente Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) para la producción de plantas de vid, alcanzando los máximos estándares exigidos por la normativa de referencia IRAM 14110-3:2022, otorgadas por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).
Este nuevo logro no solo reafirma la calidad y trazabilidad de las plantas producidas por la compañía, sino que también refleja un camino de varios años en el que la organización fue consolidando una cultura de sostenibilidad transversal a todas sus áreas. Hoy, los hábitos responsables forman parte del día a día de cada trabajador y se integran a todos los procesos productivos, constituyéndose en un ejemplo para el sector vitivinícola.
“Mantener la certificación en Buenas Prácticas Agrícolas confirma nuestra manera de trabajar y nuestra filosofía corporativa de producir plantas de alta calidad, con un estatus sanitario confiable y de forma sostenible”, señaló el ingeniero Daniel Bergamin, director técnico de Vivero Mercier.
Por su parte, la licenciada Laura Bree, responsable del Departamento de I+D+i y Sostenibilidad, destacó que los años de esfuerzo y compromiso del vivero se reflejan en un resultado que trasciende lo productivo: “Hoy podemos decir que hemos creado una cultura de sostenibilidad. Cada colaborador de Mercier lleva adelante sus tareas con una mirada consciente, integrando hábitos responsables que nos enorgullecen como equipo y nos impulsan a seguir siendo un vivero referente en la industria”.
En este sentido, la empresa continúa trabajando bajo tres ejes fundamentales: el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, la preservación de la salud y seguridad de los trabajadores y de la comunidad, y la calidad trazable del producto final.
Con más de 25 años de trayectoria en Argentina, Vivero Mercier Argentina ha consolidado un sólido liderazgo en la producción de plantas de vid, sustentado en la capacitación constante de su equipo y en la implementación de procesos de mejora continua. Este enfoque integral permite a la empresa mantener altos estándares de calidad y sostenibilidad, reafirmando su compromiso de aportar valor al desarrollo de la vitivinicultura, al crecimiento del sector y al bienestar de la sociedad en su conjunto.