La última edición de El Futuro del Vino Argentino -que se llevó a cabo en Mendoza con la organización del Fondo Vitivinícola y la Corporación Vitivinícola-, arrojó luz sobre los principales desafíos y oportunidades que atraviesa la industria del vino local.
En sus disertaciones, los expertos analizaron las principales tendencias y desafíos del mundo vitivinícola y brindaron información clave para que los actores del sector logren captar nuevos consumidores a partir del diseño de estrategias de negocios disruptivas.
La reconfiguración del mundo, la necesidad de adaptarse a los nuevos hábitos de consumo, el boom del vino en lata y las posibilidades para los de baja graduación alcohólica fueron algunos de los tópicos abordados por Guillermo Oliveto, Andrés Malamud, Yvette Van Der Merwe y Carolina Nuñez.
El cierre de la 3ra edición de El Futuro del Vino Argentino dejó interesantes conclusiones para la industria vitivinícola. El evento, que volvió a congregar a destacadas personalidades del sector, ofreció nuevamente un análisis exhaustivo del negocio a nivel global y local.
Siempre con la mirada puesta en las tendencias y los cambios en el consumo, el encuentro organizado por el Fondo Vitivinícola y la Corporación Vitivinícola volvió a poner el foco en la necesidad de escuchar a los consumidores y en análisis del contexto internacional y su impacto en el negocio del vino argentino.
La Argentina en el contexto mundial
La exposición de Andrés Malamud -politólogo, experto en Relaciones Internacionales, investigador principal del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa-, se centró en los movimientos que marcan el juego de tensiones a nivel mundial y las reglas que imponen los socios -actuales y potenciales- para las exportaciones y cómo estas reglas inciden en el mundo del vino fueron algunos de los tópicos abordados por Malamud.
El especialista describió las tres disrupciones mundiales en curso: demográfica, geográfica y tecnológica. “Argentina sufre desestabilidad hace mucho tiempo y busca estabilizarse.
El problema es que lo hace en un mundo que se desestabilizó. ¿Cómo hacemos para enderezar el barco en medio de la tormenta? Todo parecía indicar que el era Asia -que tiene el 60% de la población-, sin embargo el presidente Milei decidió aliarse con Estados Unidos, que es la potencia que resiste el ascenso de Asia liderado por China.
Por lo tanto estamos en una situación en la cual se comprende la necesidad del mundo para Argentina, sólo que el mundo al que nos queremos asociar no es aquel que parecía obvio. La apuesta puede parecer loca, pero no es tonta. Por lo tanto hay un futuro posible para Argentina que es ser un oasis lejano periférico de estabilidad en un mundo inestable en el cual estar lejos del centro del conflicto geopolítico puede ser una fortuna y no un problema”, sentenció Andrés Malamud.
Claves para captar nuevos consumidores
Por su parte, Carolina Nuñez, consultora WorldPanel By Numerator y especialista en consumo masivo, presentó un detallado análisis sobre las oportunidades que existen en nuestro país para el vino de baja graduación alcohólica.
A través de un estudio de Panel de Hogares sobre comportamiento de compra y consumo de bebidas alcohólicas y cervezas sin alcohol, y se refirió a las motivaciones y posibles barreras de compra para estos productos.
El estudio realizado a partir del seguimiento en 5.300 hogares y sus comportamientos de compras reales confirma que el vino es la segunda bebida alcohólica más masiva, después de la cerveza con una penetración del 72% en los hogares argentinos. Y si bien en 2025 logró incrementar su presencia en hogares por tercer año consecutivo -recuperando su base de compradores pre pandemia-, al igual que la cerveza sufrió una pérdida en la frecuencia de compra.
En ese contexto, se analizó la performance de una nueva categoría de bebidas, que forma parte del universo competitivo del vino: la cerveza sin alcohol, que cuadruplicó su penetración en sólo 4 años: 7 de cada 10 compradores la eligen como una alternativa para ocasiones que no pueden o no quieren tomar alcohol. Este fenómeno va acompañado de un precio competitivo y una fuerte activación promocional.
En el caso del vino, sólo 2 de cada 10 consumidores conocen al de baja graduación; sin embargo, cerca del 50% tendría la intención de comprarlo: según el informe, existen 4 millones de hogares que son potenciales compradores, y 1 de cada 4 estaría dispuesto a pagar más por esta bebida. El cuidado de la salud es el motivo más esgrimido para elegirlo, y entre las barreras, se destaca el temor a la pérdida del disfrute y a que cambie el sabor en comparación con el vino tradicional.
Núñez concluyó que existen grandes oportunidades para el vino de baja graduación alcohólica siempre que se ofrezca a los potenciales consumidores buenos motivos para disfrutarlos. La clave está en lograr una definición clara del target, realizar una fuerte activación en comunicación y brindar información, ya que los compradores aún no lo conocen.
En sintonía con esta idea, Guillermo Oliveto, consultor y especialista en estrategias de negocio y consumo, se refirió a los hallazgos más relevantes de un estudio que profundiza en la disposición de los consumidores a ciertas innovaciones. Destacó que el conocimiento del consumidor respecto de los vinos de baja graduación es muy bajo pero que sus beneficios son claramente reconocidos por los consumidores: los reconocen como más livianos, más frescos, con menos calorías y que producen menos sueño.
“Al presentarlos con estos beneficios la percepción del vino de baja graduación alcohólica se transforma positivamente. Ahora sí es una verdadera innovación, presenta una novedad que “abre” la categoría al incorporar nuevos consumidores y nuevas ocasiones de consumo”, enfatizó Oliveto.
Junto a este tópico, el especialista mencionó el boom del vino en lata, motorizado por su accesibilidad, instantaneidad, individualidad, practicidad y diversidad. Pero aún no es para todos: es una opción más elegida por los jóvenes, para un consumo relajado y desacralizado.
Sostenibilidad e innovación
Finalmente, Yvette Van Der Merwe, presidenta de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) -organismo que es referencia obligada para entender las reglas globales del sector-, disertó sobre “La economía del vino: Oferta y tendencias de la demanda en el contexto de la sostenibilidad y la innovación”.
Para la experta, el principal reto que enfrenta el sector vitivinícola es la adaptación que exigen el cambio climático y la sostenibilidad. Y llamó a los líderes de la industria a “invertir en comprender a los nuevos consumidores para así ver el vino desde su perspectiva”, ofreciendo enfoques objetivos y científicos sobre el vino, la salud y la sociedad.
“Argentina está bien posicionada para convertir los desafíos globales en oportunidades de crecimiento. Aprovechando la cooperación, la ciencia y la innovación, la región puede liderar la premiumización, la sostenibilidad y el comercio estratégico”, sostuvo Van Der Merwe. Y puso de relieve la importancia del organismo que preside para obtener datos fiables, orientación técnica y un foro para la colaboración internacional.
Con más de 300 asistentes el foro “El Futuro del Vino Argentino” se destaca por ofrecer una mirada compleja de los temas más relevantes para la actividad vitivinícola, de la mano de expertos en diferentes áreas. Todas las conferencias quedarán alojadas en los próximos días en el canal de YouTube.