jueves 27 de noviembre de 2025 - Edición Nº5715
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Vinos | 27 nov 2025

Ácidos húmicos y fúlvicos: el motor invisible de un suelo fértil

08:00 |Estos compuestos, aunque invisibles a simple vista, son los responsables de activar la vida del suelo, mejorar su estructura y potenciar la eficiencia de los fertilizantes.


En el corazón de un suelo vivo y productivo hay mucho más que minerales o nutrientes. Existe una fracción orgánica compleja, resultado de años de descomposición natural: los ácidos húmicos y fúlvicos. Estos compuestos, aunque invisibles a simple vista, son los responsables de activar la vida del suelo, mejorar su estructura y potenciar la eficiencia de los fertilizantes.

¿Qué son los Ácidos húmicos y fúlvicos?

Estos ácidos forman parte de la materia orgánica estable del suelo, conocida como humus. Se originan por la descomposición de restos vegetales y animales bajo la acción de microorganismos, dando lugar a moléculas de gran complejidad y alto valor agronómico.

Aunque ambos pertenecen al mismo grupo, presentan diferencias claves:

  • Los ácidos húmicos son moléculas grandes, oscuras y de acción prolongada.
  • Mejoran la estructura del suelo, incrementan su capacidad de retener agua y favorecen la formación de agregados estables.

Por su parte, los ácidos fúlvicos son más livianos y activos, capaces de movilizar nutrientes y facilitar su ingreso a la planta. Actúan como quelantes naturales, ayudando a que minerales como hierro, zinc o manganeso estén disponibles para las raíces.

Su acción va mucho más allá de aportar materia orgánica. Los ácidos húmicos y fúlvicos mejoran la estructura del suelo, promoviendo la formación de agregados estables que favorecen la aireación y la retención de agua. Además, incrementan la capacidad de intercambio catiónico (CIC), lo que significa que el suelo puede retener y liberar nutrientes de manera más eficiente.

Otra función fundamental es su rol como puente biológico y químico: los ácidos húmicos estimulan la actividad microbiana, mientras que los fúlvicos facilitan la absorción de nutrientes al formar quelatos naturales con los elementos minerales.

En su conjunto, actúan como reguladores del equilibrio suelo-planta, promoviendo raíces más desarrolladas, mayor disponibilidad de fósforo y una mejor tolerancia a condiciones de estrés hídrico o salino.

Ventajas de aplicarlos en enmiendas

Cuando los ácidos húmicos y fúlvicos se incorporan mediante enmiendas orgánicas, que los contiene de forma natural, los beneficios se potencian.

Estas formulaciones aportan una fuente continua de carbono orgánico y compuestos húmicos, mejorando la fertilidad del suelo de manera sostenida. Entre las principales ventajas se destacan:

  • Mayor retención de agua y nutrientes, reduciendo pérdidas por lixiviación.
  • Estimulación de la microbiota beneficiosa del suelo, esencial para la descomposición y mineralización de la materia orgánica.
  • Corrección gradual de suelos degradados o compactados, mejorando la estructura física.
  • Mayor eficiencia en el uso de fertilizantes, al mejorar la disponibilidad y absorción de nutrientes.
  • Aumento del vigor radicular y la sanidad de las plantas, generando cultivos más resistentes y productivos.

El valor agregado de las enmiendas que los contienen

En un contexto donde la sustentabilidad agrícola cobra protagonismo, el uso de enmiendas ricas en ácidos húmicos y fúlvicos representa una herramienta estratégica.

No solo regeneran suelos agotados, sino que construyen fertilidad a largo plazo, fortaleciendo la base biológica que sostiene la productividad.

Desde Simbios, impulsamos el uso de enmiendas como Blocompost y FOL suelo formuladas para regenerar suelos, promover la actividad biológica y potenciar los resultados productivos.

Porque no se trata solo de nutrir el cultivo, sino de revitalizar el suelo que lo sostiene. Un suelo vivo no es un recurso, sino un aliado que se construye día a día.

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