El laboratorio de análisis clínicos Pérez Elizalde fue fundado en 1959 por el doctor Rafael Francisco Pérez Elizalde. Hoy, su hijo, el doctor Rafael Fernando Pérez Elizalde, bioquímico, docente e investigador, continúa el legado familiar junto a su esposa, la doctora Susana Ravazzani. Próximamente, su hija Julieta se incorporará a la organización que cuenta con 12 personas.
El enfoque, desde sus inicios, ha sido el mismo: llevar adelante todo tipo de análisis, de baja, media y alta complejidad, para dar respuesta a los pacientes y llegar a diagnósticos precisos.
Ubicado en 25 de Mayo 576, de Ciudad, el laboratorio que realiza entre 30.000 y 40.000 estudios mensuales, cuenta con tecnología de vanguardia y atiende a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. También brinda servicio a domicilio en los departamentos del Gran Mendoza.
“Sin dudas, nuestro equipo de trabajo es el centro de la atención personalizada al paciente, la cercanía y calidad del servicio, los valores que nos distinguen hace más de 65 años. Somos el único laboratorio de Mendoza certificado con normas IRAM y, además, integramos ALAC (Asociación de Laboratorios de Alta Complejidad)”, señala el doctor Rafael Fernando Pérez Elizalde.
Hacia una longevidad saludable
Entre los estudios más demandados en el laboratorio, hoy se destacan los preventivos. Entre ellos, los relacionados a la etapa de la menopausia en mujeres, a la actividad física en adultos (perfiles bioquímicos y controles nutricionales), así como los de control para la prevención del cáncer y otras enfermedades.
“La población de entre 40 y 60 años comienza a tomar conciencia de la importancia de los hábitos saludables para prevenir enfermedades y tener una mayor calidad de vida. Si bien partimos de una población con estrés y sedentarismo, notamos que hay un incremento en los estudios que se realizan los pacientes de este rango etario, quienes se preparan para una longevidad saludable. En los niños y jóvenes nos preocupa la alimentación y el sedentarismo, que son causa de obesidad, hipertensión, entre otras patologías”, indica el doctor.
Al consultarle por sus investigaciones recientes, hace referencia a un trabajo científico realizado entre la Universidad Juan Agustín Maza y el INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate) sobre el cáncer de próstata asociado a la obesidad.
“Durante 1 año trabajamos con un universo de 400 personas voluntarias y descubrimos los beneficios del mate para el descenso de peso y baja de los perfiles lipídicos, clave en la prevención del cáncer de próstata. Logramos publicar los resultados en revistas internacionales y, afortunadamente, se han abierto nuevas líneas de investigación al respecto”.
En cuanto al balance del 2025, comparte: “Fue un año que nos permitió acceder a tecnología avanzada y nuevos conocimientos. Las grandes farmacéuticas están cambiando la economía de los sistemas de salud en el mundo, con medicamentos para enfermedades complejas que son muy caros. Por eso es fundamental el seguimiento clínico para evaluar su efectividad en los pacientes con estudios especiales que nosotros realizamos.
Planeamos seguir mejorando de manera continua para ofrecer un servicio de excelencia, confiable y seguro. Tenemos una historia única de cuidado humano, con cuatro generaciones de pacientes que confían en nosotros, lo que nos llena de orgullo y responsabilidad”.