Un grupo de socios argentinos y brasileños crearon Ronda Casa de Vinos, un proyecto vitivinícola y gastronómico ubicado en Perdriel, Luján de Cuyo, que elabora vinos especiales e incluye al restaurante Kuro, a cargo del chef Lucas Olcese.
El impulsor fue Hugo Martino, creador de Martino Wines, radicado desde hace años en Brasil, quien reunió a socios argentinos y brasileños que buscaban involucrarse en el mundo del vino.
Como parte de esa búsqueda adquirieron una bodega pequeña, con un viñedo de 2,4 hectáreas de Malbec a punto de cumplir 100 años, plantado de 1924, ubicada en la calle Cobos al 3318, muy cerca de la calle Brandsen.
La bodega posee una forma circular, lo cual se conjuga con el concepto de “Ronda”, que en idioma esperanto significa “redonda”. Martino explica que “en el grupo de socios hay argentinos con ascendencia italiana, española y japonesa, y brasileños con ascendencia portuguesa, por lo cual buscamos un nombre en el idioma esperanto que tuviera un significado universal y además transmitiera circularidad y buena energía”.
Los socios
Los socios en esta primera etapa son:
Los vinos
La idea del emprendimiento es que cada integrante priorice sus gustos personales a la hora de elaborar los vinos, “sin pensar en estilos, tendencias, portfolios ni mercados”.
Entre los primeros ejemplares se encuentran un Sangiovese estilo italiano con 100% de crianza en roble, un tinto de corte sin madera de Gualtallary, un Syrah de pequeñas partidas que hasta ahora se comercializa sólo en Brasil, y un Malbec tope de gama elaborado con las uvas del viñedo de 100 años.
Algunas de las marcas son Kuro, Caparbio y Herminda.
Una característica del proyecto es que los vinos se venderán sólo en la bodega y en el restó Kuro, y en forma directa a través de plataformas digitales.
Kuro Restó
Kuro Restó funciona al aire libre en un amplio jardín de la bodega, “una unión entre el fuego y la cocina”, y está a cargo de Lucas Olcese, chef con amplia experiencia en la gastronomía mendocina.
“Kuro” significa “negro” en idioma japonés, y según sus creadores “evoca la profunda conexión entre la comida y el fuego”.
Olcese lo define como “una cocina simple, con platos para compartir y degustar sabores característicos de nuestra cocina, priorizando siempre la estacionalidad de los productos”.
Entre otros platos, la carta incluye tortilla de papas y alioli; mollejitas con gremolata cítrica; hummus de zanahoria, sweet chili y cebollas asadas; provoleta, tomate y albahaca fresca; tempura de vegetales y salsa agripicante; ojo de bife; cordero, y trucha a la chapa con arvejas, menta y limón confitado.