Dentro del predio de la ex Bodega Tapaus, ubicado en Lunlunta, Maipú se encuentra “Corazón de Lunlunta”, el proyecto olivícola y turístico que llevan adelante José Luis Saldaña, Juan Manuel Saldaña, Alejandro Vigil y Gabriel Guardia.
El desarrollo contempla una fábrica de aceite de oliva, la producción de aceto balsámico, destilados, cava de refinado de quesos, charcutería, restaurante y opciones de alojamiento en 2 hectáreas de terreno, con 2000 m2 cubiertos.
“La fábrica de aceite de oliva, la cava de quesos y la charcutería ya están funcionando con un equipo de 10 personas. Además, abrimos las puertas al turismo y comenzamos con la comercialización del aceite Virgen Extra, bajo la marca ‘Olei & Co’ que elaboramos por primera vez esta temporada. Son alrededor de 60.000 litros que ofrecemos a nuestros visitantes y al mercado interno. Luego, ampliaremos la venta a nivel nacional en lugares selectos”, comenta José Luis Saldaña.
“Hemos diseñado un lugar muy atractivo, con una cava radial que cuenta con un lugar central para degustaciones grupales y espacios para disfrutar de distintas experiencias con el aceite de oliva, los quesos y demás productos de la charcutería. El parque de atrás es un lugar ideal para pasear y descansar.
En el prelanzamiento recibimos la visita de distintas celebridades: Javier Calamaro, Nito Mestre, Iván de Pineda y hasta los integrantes de la Generación Dorada de básquet, lo que fue un honor para nosotros. Esperamos posicionarnos y que tanto, los mendocinos como los turistas nacionales e internacionales, conozcan este emprendimiento”, destaca.
Lo que se viene
Al consultarle a José Luis por las próximas etapas de Corazón de Lunlunta, adelanta: “Estamos trabajando en el montaje de un espacio físico para la producción de aceto balsámico, de aproximadamente 250 m2. También avanzaremos con el destilado de whisky y, finalmente, con un espacio de alojamiento.
Estamos muy contentos y expectantes por la respuesta del público a esta nueva propuesta. Realmente, Lunlunta es un lugar privilegiado, que tiene una energía particular, que nos remite a la zona de la Toscana, con un entorno bellísimo. De hecho, el inmueble de la Bodega Tapaus fue uno de las primeras obras arquitectónicas de Mendoza premiadas por la red global Great Wines Capitals. Hemos trabajado mucho para adaptarlo a este nuevo proyecto, manteniendo su encanto original”.
En cuanto a la inversión demandada por el desarrollo, comparte: “La parte de aceite de oliva rondó el millón y medio de dólares; la del aceto balsámico, 200.000 dólares y la de whisky, 1 millón de dólares más. Esperamos un recupero en un plazo de aproximadamente 5 años y somos optimistas. Tenemos un producto de primer nivel, con el que en algún momento podremos liderar el mercado.
Destaco que entre los 4 socios hemos logrado consolidar un gran equipo de trabajo, con sinergia, confianza y afecto; algo que es fundamental para el éxito de cualquier proyecto, más allá de cualquier plan de negocios o estudio de mercado. Nos alegra haber concretado la primera etapa y las expectativas son las mejores”.