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“Desnormalizar el vino es aniquilar un legado”: dura carta de la Academia Internacional del Vino ante la ONU - Ecocuyo

VINOS | 2 OCT 2025

“Desnormalizar el vino es aniquilar un legado”: dura carta de la Academia Internacional del Vino ante la ONU

La entidad emitió una carta abierta dirigida a los Jefes de Estado reunidos en la Asamblea General de Naciones Unidas, alertando sobre el riesgo de reducir el vino a una simple sustancia alcohólica.




La Academia Internacional del Vino en la última sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas emitió una Carta Abierta dirigida a todos los Presidentes y Jefes de Estado y es una reflexión sobre el peligro que representan las campañas contra el vino, su cultura y todo aquello que el vino representa, informó a EcoVinos/Ecocuyo el prestigioso enólogo Roberto de la Mota.

El reconocido winemaker argentino, nos dijo: "La Academia Internacional del Vino, que se creó en 1971, que funcionaba nada más a nivel académico para la formación técnica profesional, y hasta ahora no tocaba puntos de de divulgación y menos aún en temas políticos, pero nos preguntamos en la última sesión, si no era hora de que por primera vez interviniese y diera a conocer su punto de vista sobre las políticas que se estaban llevando a cabo a nivel mundial y donde se coloca el vino como una 'bebida alcohólica más y como un problema de peligro para la salud en la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluso ha ido contra el alcohol y metiendo al vino adentro.

Por eso se decidió intervenir y se hizo esta Carta Pública (*que publicamos al pie de esta nota) que se les entregó a los Presidentes (y Jefes de Estado) en la última Asamblea de las Naciones Unidas con un éxito rotundo, porque ha tenido una repercusión a nivel global enorme".

"Toda la repercusión que tuvo fue positiva, porque en todos los países se publicaron notas referidos a esta este carta abierta, porque defiende la cultura, defiende la tradición, defiende el acerbo vitivinícola mundial frente a este embate en el que se ve peligrada, la actividad, así es que yo creo que es muy bueno todo lo que se pueda hacer", sostuvo de la Mota, que es el único miembro de la Argentina de la Academia Internacional del Vino, institución a la que ingresó en 2012.

Fundada en 1971, la Academia Internacional del Vino es un espacio de reflexión colegiado y responsable, que reúne a un centenar de miembros de unas veinte nacionalidades diferentes. A través de sus trabajos, la Academia Internacional del Vino busca contribuir a la mejora de los métodos de viticultura y de elaboración del vino, en un enfoque respetuoso con la naturaleza y orientado hacia estándares de calidad cada vez más elevados. 

La Academia Internacional del Vino lleva a cabo sus reflexiones y dirige sus debates con total independencia de las instituciones gubernamentales, de las autoridades de regulación y de las influencias privadas.

Sus miembros son principalmente productores, científicos, sumilleres y periodistas. La admisión se realiza por cooptación, y todos comparten una ética común: producir vinos ligados a su terroir, elaborados respetando a las tradiciones y usos locales, con un objetivo de calidad y sostenibilidad, fruto de una larga historia y de antiguas tradiciones.

El cambio climático, la biodiversidad, la viticultura regenerativa, la captura de carbono, la evolución de los métodos y dosis de los tratamientos fitosanitarios, los hábitos de consumo, así como el enriquecimiento y la preservación de los suelos, son algunos de los temas que se debaten regularmente en el seno de la Academia Internacional del Vino. 

Este es el texto completo de la Carta Abierta:

LLAMAMIENTO DE LA ACADEMIA INTERNACIONAL DEL VINO A LOS JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO REUNIDOS EN NUEVA YORK CON MOTIVO DE LA ASAMBLEA GENERAL DEL 80º ANIVERSARIO DE LA ONU 

Excelencias, Señoras y Señores Jefes de Estado y de Gobierno: ¿Cómo prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles sin renegar de nuestras culturas y sin borrar lo que da vida a nuestras civilizaciones? Ese será el equilibrio que deberán encontrar el próximo 25 de septiembre, con ocasión de la 4ª reunión de alto nivel de la ONU sobre prevención y control de estas enfermedades, así como la promoción de la salud mental y el bienestar.

El vino se halla en el centro de esta cuestión. Con demasiada frecuencia la controversia se le reduce a una simple molécula de alcohol, se le acusa de ser una droga, y rara vez se valora lo que representa en la cultura universal. Desde veinte países distintos, los miembros de la Academia Internacional del Vino alertamos del peligro de reducir el vino a un mero riesgo sanitario, olvidando su dimensión cultural, social y humana. 

El vino encarna ocho milenios de historia, de convivencia, alegría y de compartir; el vínculo con la tierra y con los paisajes; un lenguaje universal que une a los pueblos: Georgia con Grecia, Oregón con Toscana, Francia con Nueva Zelanda.

Singular y universal, expresa paciencia frente al tiempo, humildad frente a la tierra y deseo de celebrar juntos. Ofrecer vino es invitar a la paz, la amistad y la fraternidad. Consumido con moderación, defiende la cultura del gusto, la mesura y el lazo que une continentes, pueblos y generaciones. Preferimos la degustación al abuso y concebimos la salud también como bienestar social, mental y familiar, inseparable de la alegría de vivir.

Un informe de la NASEM (Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE. UU.) concluye que «en comparación con la abstinencia total, el consumo moderado se asocia a una menor mortalidad por todas las causas». No adoptamos una posición científica, pero, como numerosos expertos, lamentamos la falta de un ensayo aleatorio a gran escala que permita juicios sólidos, y no solo datos observacionales insuficientes. 

No ignoramos los peligros del exceso ni la necesidad de proteger a los vulnerables y combatir abusos. Asumimos esa responsabilidad sin ambigüedad: solo mediante la educación se aprende a degustar, comparar y apreciar el vino con moderación, convirtiendo al consumidor en embajador de la mesura.

La pedagogía preserva la libertad individual sin abusos, promueve responsabilidad y autocontrol. El vino expresa así su verdad en la transmisión de saberes y gestos, y en el aprendizaje de la medida. Por todo ello, Excelencias, les instamos a un enfoque equilibrado: combatir excesos, pero reconocer la moderación; prevenir riesgos, pero preservar el vínculo profundo del hombre con la tierra; proteger la salud pública, pero respetar culturas y tradiciones. Porque preservar el vino es defender una civilización, un arte de vivir, un patrimonio universal vivo y, en definitiva, proteger a una humanidad que lo ha construido y transmitido durante milenios.