Por Equipo de Research de Portfolio SA
El Merval retrocedió alrededor de un 3,5% en una rueda de baja actividad —afectada, entre otros factores, por el feriado bancario—, aunque el escenario de fondo continúa siendo constructivo.
Los inversores comienzan a rotar posiciones, con un foco más selectivo y la mirada puesta en los balances corporativos y en las definiciones políticas de las próximas semanas.
En el universo de renta fija, los bonos soberanos se mantienen firmes y el riesgo país, en torno a los 630 puntos, podría seguir comprimiéndose si se confirman señales de estabilidad macro y una eventual reapertura del acceso a los mercados internacionales de crédito. En ese contexto, los bonos largos continúan mostrando potencial de rendimiento por devengamiento.
“El mercado argentino entra en una etapa de transición: con las tasas comprimiéndose, los inversores comienzan a mirar hacia los balances y los sectores más rezagados en valuación”, explican desde el equipo de Research de Portfolio.
En el frente global, los mercados muestran una tensa calma. Las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal se enfrentan al posible “shutdown” del gobierno estadounidense y a una postura más cautelosa de Jerome Powell. Aun así, el año cierra con balance positivo para la mayoría de los activos, mientras los inversores globales ajustan posiciones a la espera de nuevos datos macroeconómicos.
Desde nuestra visión, no estamos frente a un cambio de proceso estructural.
La reciente reversión del dólar index, que presionó las valoraciones de activos globales, responde más a un ajuste técnico tras meses de sobrecompra que a un giro de tendencia.
El equipo de Portfolio sostiene que, con una estrategia de dólar débil por parte de la nueva administración estadounidense, podría verse mayor valor en acciones fuera de Estados Unidos, especialmente en economías emergentes.
Al mismo tiempo, el segmento de grandes compañías tecnológicas —las llamadas “siete magníficas”— se consolida como un componente casi defensivo dentro de las carteras globales.
“Hoy, tener un mix de estas empresas es casi inevitable: su peso y su resiliencia las convierten en una parte estructural del mercado”, destacan desde el equipo de análisis.
En cuanto a las materias primas, el oro atraviesa una fase de consolidación y toma de ganancias, aunque el escenario de mediano plazo sigue siendo alcista. Este comportamiento refleja el cambio de manos típico de los momentos de pausa dentro de un ciclo ascendente, y podría anticipar un nuevo rally una vez que se disipen las tensiones de corto plazo.
En resumen, el contexto internacional sigue condicionado por un dólar en transición, expectativas de tasas en revisión y activos globales en búsqueda de equilibrio. La recomendación, para los inversores con posiciones en acciones o commodities, es mantener la paciencia y conservar parte de las ganancias obtenidas, mientras se espera mayor claridad sobre la dirección de los flujos internacionales.