En un contexto donde la calidad de vida, la prevención y la rehabilitación ganan cada vez más protagonismo en la agenda sanitaria, el Colegio de Kinesiólogos y Fisioterapeutas de Mendoza (COKIMEN) se consolida como una institución clave tanto para los profesionales como para la ciudadanía. Nacido de la necesidad de contar con un espacio propio para proteger el ejercicio profesional y velar por la salud de la población, hoy el Colegio atraviesa una etapa de modernización, expansión y fortalecimiento institucional.
Desde su creación, el COKIMEN se propuso ser un punto de encuentro y respaldo para todos los kinesiólogos y fisioterapeutas de la provincia. Con el tiempo, aquel objetivo inicial evolucionó hacia una estructura más dinámica, con impacto directo en la mejora del servicio profesional.
Actualmente, la institución no solo gestiona y controla la matrícula profesional: también impulsa campañas de difusión de la kinesiología, programas de visibilización de sus miembros, acciones de prevención del intrusismo y proyectos de formación gratuita para todos los colegiados.
Uno de los hitos más relevantes en la evolución del Colegio ha sido la certificación en calidad ISO 9001, un logro que refleja el crecimiento administrativo, la estandarización de procesos y el fortalecimiento institucional. A la par, el COKIMEN trabaja junto a otras entidades provinciales y nacionales para avanzar en una integración estratégica que permita “unificar fuerzas y mejorar el futuro de la profesión”, según señalan sus autoridades.
La misión del Colegio se resume en una premisa clara: potenciar y fomentar el espacio kinésico como efector de salud, trabajando tanto por la calidad de vida de los ciudadanos como por el crecimiento profesional de los colegas matriculados.
En ese camino, la institución ofrece asesoramiento legal continuo para proteger los derechos de sus miembros, especialmente en situaciones laborales complejas o relacionadas con denuncias por ejercicio ilegal de la profesión.
El avance tecnológico también dice presente. En los últimos años, el Colegio logró digitalizar sus procesos administrativos y simplificar de manera significativa el otorgamiento de la matrícula. Hoy, los kinesiólogos pueden completar trámites de manera más ágil, con menos tiempos de espera y mayor transparencia.
Esta transformación incluye herramientas innovadoras como:
El ejercicio ilegal de la kinesiología es uno de los desafíos más grandes que enfrenta la institución. Ante esta problemática, el COKIMEN sostiene campañas informativas permanentes, publicando alertas a la ciudadanía y acompañando jurídicamente a los profesionales afectados.
“Lo más práctico es solicitar el QR profesional, que es intransferible y confirma la habilitación del kinesiólogo”, explican desde el Colegio. La verificación también puede hacerse directamente desde la web oficial, garantizando que quien brinda la atención esté correctamente matriculado.
Aunque el contacto permanente se mantiene con el área de Matriculaciones, el Colegio reconoce que aún no ha desarrollado acciones conjuntas con los sectores encargados de políticas sanitarias públicas. Sin embargo, señalan que sí han presentado proyectos y propuestas en repetidas oportunidades, con la intención de aportar la mirada kinésica en temas claves para la provincia.
Sobre el futuro de la kinesiología en Mendoza, las autoridades del COKIMEN son contundentes: el rol de la profesión será cada vez más relevante. El aumento de la esperanza de vida y la mayor conciencia sobre la importancia del bienestar convierten a la kinesiología en un pilar no solo asistencial, sino también preventivo.
Su aporte —sostienen— genera beneficios tangibles, como la reducción de costos en servicios de salud, y beneficios intangibles, como el aumento de la independencia y el bienestar de los pacientes. Además, la creciente especialización permite abordar un abanico cada vez más amplio de patologías, potenciando el trabajo interdisciplinario y mejorando los resultados clínicos.
El Colegio de Kinesiólogos de Mendoza se posiciona hoy como un actor estratégico dentro del ecosistema de salud provincial. Con una mirada puesta en la innovación, la transparencia y la profesionalización constante, avanza en proyectos que no solo ordenan y protegen el ejercicio de la kinesiología, sino que amplían su impacto en la comunidad.
En un escenario sanitario que exige calidad, formación continua y profesionales habilitados, el COKIMEN se consolida como un aliado imprescindible para garantizar que la kinesiología mendocina siga creciendo con estándares cada vez más altos.