Bodega Lurton acaba de sacar al mercado el vermouth Léonce Rosé Criolla con uvas procedentes de una parcela ecológica certificada de Tupungato, Valle de Uco. Además está combinado con 21 botánicos, cítricos, especias y hierbas de gran complejidad, ideal para acompañar los tragos de verano. Es el cuarto de esta línea de aperitivos.

Algunos historiadores aseguran que el vermouth o vermut (como se dice en Argentina ), nació antes de Cristo. Para ser más precisa, éste habría surgido cuando Hipócrates maceró vino con ajenjo y díctamo para crear una bebida con características medicinales.

El tema es que se lo atribuye como un invento italiano porque varios siglos después, el producto fue adoptado por el imperio Romano, donde adquirió fama de aperitivo y digestivo. Así esta bebida pululó por el mundo a través del tiempo y el espacio llegando a cada punto del planeta.

Por supuesto los argentinos no estuvieron ajenos a esta tendencia que se acentuó -y mucho en los últimos meses-, que se ha convertido en furor entre los amantes de los cócteles. En esta vorágine de sabores y aromas que tanto caracterizan al vermouth siguen vigentes los tragos clásicos, los clásicos reversionados y otros de autor.

Con semejante historial de éxitos, Mendoza no quiso quedarse fuera de la movida y así la bodega Lurton acaba de presentar el Vermouth Léonce Criolla, cuarto integrante de la gama Léonce. Esta casa productora de bebidas espirituosas es comandada por François Lurton y su esposa Sabine.

Se trata de un producto novedoso y refrescante, elaborado con uva Criolla (autóctona de Argentina), y procedente de una parcela ecológica certificada de la zona de Tupungato, en el Valle de Uco.

Esta bebida no sólo se destaca por el uso de estas vides que están de "moda" como la misma bebida, sino también por presentar notas frescas y afrutadas típicas de esta cepa. Quizá para las personas con más edad no sea una sorpresa que esta uva presente esas características que sin duda sí soprenderá a los más jóvenes, y ayudará a recordar notas aromáticas a los más grandes.

A la variedad se suman 21 productos botánicos que le aportan notas cítricas, herbáceas y ese suave amargor tan típico de la bebida.

En definitiva todo esta alquimia es la que produce infinidad de aromas y sabores refrescantes ideales para los calurosos veranos cuyanos. Fuente: Diario de Cuyo