Facundo Bromberg es licenciado en Física, doctor en Ciencias de la Computación y docente de la carrera Ingeniería en Sistemas en la UTN Regional Mendoza. Junto a sus socios, Alan Sujovolsky y Hank Graber, se encuentra en la etapa final del desarrollo de Xterroir, una startup tecnológica destinada a la viticultura de precisión.

Sobre las características y alcance del proyecto conversamos con él.

¿Cómo surgió Xterroir?

El proyecto surgió hace más de 10 años, en un contexto académico, como parte de un trabajo de investigación junto a un grupo de becarios. Vimos que el sector de la agricultura era propicio para el desarrollo de soluciones reales, en este caso, para la viticultura de precisión.

Hace 3 años decidimos tomar el camino de crear una startup, avanzamos en una serie de pasos de manera privada, desarrollamos la tecnología y el prototipo, lo que se convirtió en un gran proceso de aprendizaje.

Trabajamos con la incubadora de empresas CITES en Santa Fe, con la que hicimos un company building y, con la ayuda de la incubadora de empresas de Godoy Cruz, Mendoza, obtuvimos un fondo del Ministerio de Producción de la Nación por 3 millones de pesos, a través del Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC). 

Desde hace 6 meses, el proyecto tomó la forma de Xterroir y migró a una nueva propuesta de valor.

¿En qué consiste esa propuesta de valor?

Nuestra tecnología de base es el sensado de datos, que, a través de la inteligencia artificial, aplicamos a la viticultura para reducir costos.

Medimos las características morfológicas de la vid, cantidad de racimos, bayas y granos de cada planta, volumen, coloración, cantidad de luz solar que recibe, velocidad de crecimiento, entre otros datos que permiten, a enólogos y agrónomos, tomar decisiones.

Mediante un video capturado con celular en perspectiva lateral, tipo “Google Street” y su post-procesamiento con algoritmos de visión computacional, es posible extraer rápidamente esa información en tiempo real. 

Actualmente, estos mapeos se realizan a pequeña escala por los altos costos que implican. El propósito es que Xterroir brinde una solución integral en cuanto a tecnología y accesibilidad.

¿Cuál es el alcance de esta solución?

El alcance es global, ya que atiende una problemática de cualquier productor del mundo. Mendoza es una plaza sumamente interesante en cuanto a los avances de las bodegas, los insumos, su desarrollo tecnológico y valor agregado. Hoy, los procesos productivos y comerciales de la provincia son reconocidos y admirados en el mundo.

¿En qué etapa se encuentra el proyecto?

Estamos en la etapa final del desarrollo para robustecerlo.

Nos asociamos con la empresa de software Intelifaz, presidida por Alan Sujovolsky y Hank Graber, que cuenta con su parte administrativa en Florida y el 80 % de su parte operativa en Mendoza. También contamos con un equipo abocado a la búsqueda de inversiones y alianzas estratégicas para concretar Xterroir.

Próximamente, nos presentaremos a un programa del gobierno chileno para conseguir fondos y tenemos buenas expectativas.

Creemos en el impacto social del proyecto, que contribuirá a fortalecer la marca Mendoza junto a las bodegas que, en los últimos 20 años, han logrado un gran trabajo en cuanto a la calidad de nuestros vinos.