

Julieta Flores es una emprendedora mendocina, con amplia experiencia en elaboración de productos sin TACC. Junto a su esposo Pablo comparte el gusto por los fiambres de alta calidad. De hecho, desde hace años, él elabora de manera artesanal, jamones, chorizos y bondiolas para consumo personal; investiga, viaja y va perfeccionando su técnica.
“Cuando Sofía Pescarmona me propuso abrir una charcutería dentro del multiespacio gastronómico Planta Uno, recientemente inaugurado en Godoy Cruz, no dudé en aceptar el desafío. Decidí asociarme con Leandro Morant, amigo de la familia de toda la vida, y así nació Charcutería Salamanca. Nos dio mucha confianza el concepto integral del lugar, lo que nos animó a emprender”, comenta Julieta Flores.
Para todos los gustos
“Si bien no comercializamos nuestros propios productos (aún no contamos con las certificaciones necesarias), sí tenemos un gran conocimiento del mercado, lo que nos permite acercar una amplia variedad de fiambres clásicos y exóticos”, destaca.
“Entre nuestros destacados se encuentran búfalo, ciervo, chivo, burrata, quesos de oveja y de cabra, así como patas de jamón nacionales e internacionales, aceitunas y todo lo necesario para armar una buena picada. Contamos con reconocidas marcas de Tandil, Córdoba, Santa Fe y España. Lo que prima en todos los casos es la calidad.
Además de comprar para llevar y hacer sus pedidos con anticipación, los visitantes pueden consumir en el local exquisitos sandwiches (tenemos opciones vegetarianas y sin TACC) y platos especiales, como salchichas alemanas con chucrut, que prepara nuestro chef a diario.
Lo interesante de Planta Uno es que las mesas son para compartir y cada comensal puede optar por lo que más le guste dentro de toda la oferta gastronómica.
Algo muy valorado por el público son los vouchers para regalar”, subraya Julieta Flores.
En cuanto a la inversión para la puesta a punto de Charcutería Salamanca, señala: “Debido a que es nuestro primer negocio, adquirimos desde cero, todo el mobiliario y maquinaria necesarios (envasadoras, heladeras, mesadas, etc). El monto inicial ascendió a 8 millones de pesos aproximadamente”.
Finalmente, al consultarle por la respuesta del público, comparte: “La respuesta ha sido muy buena y nos estamos preparando para la temporada alta de primavera-verano. Esa época del año invita a compartir al aire libre una copa de vino con una rica picada y a pasar un buen momento. También proyectamos sumar a un colaborador más al equipo de trabajo (actualmente empleamos a 2 personas de manera fija) y, en el mediano plazo, comercializar nuestra producción propia para seguir creciendo”.