martes 03 de octubre de 2023 - Edición Nº4929
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Vinos | 14 sep 2023

Por su arquitectura y sustentabilidad, esta bodega fue elegida la mejor de Argentina para hacer turismo del vino

Ubicada en Agrelo, Luján de Cuyo, la bodega Alpamanta fue galardonada con las medallas de oro en los Premios Best Of Mendoza’s Wine Tourism 2024. Competirá en Suiza, en octubre, como el mejor establecimiento sustentable y el de mejor arquitectura del mundo. Es una de las pocas bodegas sustentables de Argentina con vinos orgánicos y biodinámicos certificados.


En una jornada cargada de emociones y expectativas, el auditorio Ángel Bustelo se convirtió en el epicentro de un evento esperado para la industria del enoturismo local: la gala de los Premios Best Of Mendoza’s Wine Tourism 2024. Evento que, en su última edición, reunió un total de 52 destacadas empresas en la competencia por el galardón de oro en ocho categorías.

Los ganadores locales, aquellos que se destacaron durante el año por sus prácticas excepcionales en el campo del enoturismo - salvo por la categoría Pequeñas Bodegas que sólo aplica para Mendoza-, ahora se preparan para un desafío aún mayor: competir en octubre en Lausana, Suiza, por el oro internacional. Este prestigioso certamen, que reúne a los países miembros de las Great Wine Capitals (GWC), se ha convertido en una vitrina global para los exponentes del turismo del vino.

Divididos en comisiones de tres personas cada una, el jurado evaluó cada uno de los proyectos y eligió a los mejores en cada categoría. En el caso de Arquitectura y Paisaje la elegida fue la biodinámica Bodega Alpamanta que se llevó la máxima distinción que también repitió en la selección de Prácticas sustentables,

En marzo pasado inauguró su nave industrial Alpamanta, en Ugarteche, Luján de Cuyo. Es una inversión que comenzó en 2005 con la implantación de 35 hectáreas de viñedos y la elaboración en bodegas de terceros. Y también abrió Anaia Wines, con 75 hectáreas de viñedos.

Desde este año los 17 vinos distintos del portfolio de Alpamanta se producen en la propia bodega. Los desarrolladores del proyecto son tres amigos europeos: el austríaco Andrej Razumovsky, y su primo André Hofman de Suiza (ambos descendientes de la familia vitivinícola Sayn Wittgenstein) y el francés Jérémie Delecourt, integrante de la familia propietaria de Chateaux de la Crois Bonta y productor de rosados en la región de Cotes de Provence.

“Tratamos de armar nuestro camino pensando en la materia prima, el terruño y la uva, más que en una linda bodega. Seguimos el concepto inicial de respeto al medio ambiente", dijo Razumovsky.

El nombre Alpamanta significa amor por la tierra en lengua nativa quechua. Y la particularidad de esta inversión es que es una de las primeras bodegas argentinas creadas bajo el concepto de biodinamia, de respeto de la biodiversidad del terruño y sin abuso de agroquímicos.

Según explicó el propietario, las prácticas biodinámicas permiten obtener plantas saludables, buenos rendimientos y complejidad aromática sin contaminar los suelos. En Argentina, el 0,1% de la vitivinicultura se trabaja con cultivo biodinámico y el 1%, en el mundo, especialmente en Austria y Suiza.

La bodega Alpamanta utilizará un 40% de su energía con paneles solares. Razumovsky, que desde 2001 está casado con una argentina, destina el 70% de su producción al mercado externo, con un valor en góndola por botella que van de los 15 a 50 dólares. En el mercado argentino los vinos cuestan entre 1.200 y 4.000 pesos.

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